La cetrería
La cetrería, un patrimonio para el futuro.
La cetrería es el arte ancestral de cuidar y entrenar aves rapaces para la caza de presas en su medio natural, cuya práctica y conocimiento se ha transmitido de generación en generación durante más de 5.000 años. En la actualidad, su práctica se extiende a más de 70 países, incluida España, por pueblos de muy diferentes culturas, constituyendo un Patrimonio Cultural Inmaterial, reconocido por la UNESCO, el 16 de noviembre de 2010, esto es, en pleno siglo XXI.
España, como país firmante, tiene el compromiso de salvaguardar la Cetrería. Además, la cetrería es Bien de Interés Cultura en: Castilla y León, Castilla La Mancha, Andalucía, Extremadura y Madrid.
La importancia de la Cetrería ha quedado patente en las innumerables muestras artísticas y culturales de la historia de la humanidad. Pintura, escultura, música, entre otros, pero también en el lenguaje, empleando términos cetreros en nuestro vocabulario cotidiano en las diferentes lenguas. Es de resaltar la importancia literaria en lengua castellana y otras lenguas de nuestros país, tanto por los tratados medievales para conocer y practicar este arte, como otros géneros literarios: poesía, teatro y prosa. Aquí los ejemplos son muchísimos e imposible de abordar escuetamente, pero sirva de ejemplo: De arte venandi cum avibus de Federico II Hohenstaufen entre 1241 y 1248; Libro de la caza del Príncipe Don Juan Manuel entre 1325 y 1326; Libro de la caza de las aves de Pero López de Ayala entre 1385 y 1386; y nuestro más conocido Cantar de mio Cid, aprox. 1200.
El desarrollo y pervivencia de la Cetrería, ha supuesto y supone grandes aportaciones en infinidad de ámbitos de la vida natural y de las personas. Desde proyectos de conservación de rapaces con los métodos de cría en cautividad desarrollados por los Cetreros de todo el mundo, o la creación de nuevas disciplinas académicas, pasando por las propias relaciones diplomáticas entre Estados. Sirva de ejemplo la contribución de los Cetreros en la recuperación del Halcón peregrino en EEUU, que casi extinto se recuperó su población gracias a la cría en cautividad y sueltas gracias a la cría doméstica de los cetreros. Los primeros tratados sobre el cuidado de las aves, tratados de una arcaica veterinaria y etología, son tratados de cetrería.
En el ámbito de la diplomacia, y solo a modo de ejemplo, destacar la independencia de Castilla del Reino de León, en el que medió la entrega de un Azor; el tributo centenario del Halcón Maltés que Carlos V impuso a la Orden de Malta a cambio de la soberanía de la isla de Malta; o más recientemente el regalo diplomático de dos Halcones al Rey de Arabia Saudita, encargado por el Gobierno de España a un, todavía desconocido, Félix Rodríguez de la Fuente.
Las técnicas de la cetrería, también son herramientas muy importantes para proteger las actividades del hombre, como el control biológico por daños en cultivos, infraestructuras o monumentos. Además, es de resaltar la necesaria labor de los cetreros en los aeropuertos, donde equipos de halconeros espantan a diario los animales, especialmente aves, que pueden poner en peligro el tráfico aéreo.
La Cetrería aporta un beneficio directo para las personas que la practican, tanto física como mentalmente, siendo una de las mejores escuelas de valores, tanto en el pasado como en el presente, debiendo protegerse para las generaciones presentes y futuras.
En atención a la importancia referida de la cetrería en su conjunto así como la importancia de su práctica en nuestro país, es necesario poner en valor este arte ancestral, que garantice su ejercicio para los cetreros que la practican y salvaguarde este patrimonio en beneficio de toda la humanidad.
Pese a tratarse de una actividad minoritaria, viene practicándose por un grupo considerable de cetreros que mantienen vivo este noble arte cinegético. Modalidad selectiva y no masiva, en la que no existe contaminación por ruido ni contaminación por plomo, además de beneficiar la selección natural, pues la rapaz siempre captura la presa más mermada o enferma.
La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, ratificada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en su 32ª reunión, celebrada en París del 29 de septiembre al 17 de octubre de 2003, establece en su artículo 11 que incumbe a cada Estado Parte “adoptar las medidas necesarias para garantizar la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial presente en su territorio”. La Cetrería es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reconocido por la UNESCO, el 16 de noviembre de 2010. España, como país firmante, tiene el compromiso de salvaguardar la Cetrería, en virtud de su compromiso internacional al ratificar la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en su 17a, reunión celebrada en París del 17 de octubre al 21 de noviembre de 1972. Ésta fue ratificada por España el 18 de marzo de 1982 (B.O.E., nº 156, 1/VII/1982).